lunes, 8 de octubre de 2018

COORDENADA SUR (hacia tierras violetas)

Florencia Lafuente-Mey Rodríguez-Aldana Tellechea

 

 

Dicen que hace miles de años, este conjunto de estrellas podía divisarse desde algunos rincones del norte del planeta. Sabemos hoy que, aun estirándose en puntas de pie sobre el hemisferio boreal, no puede verse desde allí. La cruz del sur se hace visible sólo para este medio mundo: inspiradora de antiguas cosmogonías, guía de navegantes audaces, señala el punto sur alrededor del cual gira la misma bóveda del cielo, con sus cuatro luces incluidas.
        Nuestra constelación acompaña los desplazamientos territoriales cotidianos de cada una de las artistas de Coordenada Sur: el tren deslizándose por la vía del Ferrocarril Roca, los colectivos atravesando el Riachuelo desde el conurbano, el micro de larga distancia Bahía Blanca-Buenos Aires. El sur está en su carta celeste, sus ojos se orientaron infinitas veces hacia estas estrellas y trazaron su dibujo con una mirada distinta, mirada de bordadora…
         Con constancia esperanzada, Florencia Lafuente sostiene la misión de abrigar el universo. Sus puntadas encantadas unen telas repletas de tramas y tonos de la infancia, para construir las mantas que protejan lo sensible; algo de cobijo para la poesía, un retazo de amparo para la fragilidad de los lazos y también, flores bordadas para las amigas.
         Las prendas que interviene Mey Rodríguez, se funden con la piel que las vistió para translucir algo de lo que el cuerpo y la vida transitaron. Entonces, el material textil es la frontera entre el exterior visible y el dolor nunca expresado y en ese mismo juego de sacar afuera, Mey tiende en el patio sus pañuelos bordados.
         “No subestimen el poder del ocio y una aguja”, se puede leer entre nubes de voile, sostenidas por delicados bastidores de madera. Todo en el trabajo de Aldana Tellechea, es prolijo, sutil y ligero, pero sus puntadas avanzan firmemente, con la fuerza de la aguja y la ductilidad del hilo; como ella misma bordara en una de sus piezas: con E de empoderamiento.
         Una mirada así, que se fue colmando de los paisajes familiares del sur, del derrotero de sus habitantes, de las inequidades reinantes y los sueños postergados, de la diaria lucha de sus mujeres por legitimar sus espacios de autonomía es, sobre todo, una mirada valiente. Una mirada joven, cuestionadora, feminista, sureña.
         ¡Pasen a ver a esta constelación de artistas, que bordan en su tierra con la complicidad del cielo!

Viviana Debicki

Florencia Lafuente





              
Mey Rodríguez

 

 




 Aldana Tellechea


COORDENADA SUR (hacia tierras violetas)

Del 6/10 al 28/10

Centro Cultural Tierra Violeta

Tacuarí 538 San Telmo

info@tierra-violeta.com.ar

www.tierra-violeta.com.ar

 

 


 

jueves, 3 de mayo de 2018

PUNTADA COTIDIANA
Silvina González Cuneo - Eugenia Di Giorgio - Patricia Millán
💜
OBJETOS HILVANADOS
Performance por Nana Simone Micheli




Si el papel fundamental de los objetos es el de ser los mediadores entre las personas y el mundo, los que eligen estas artistas, están dotados para esa labor de un especial valor simbólico, porque son aquellos que están insertos en el medio íntimo y que pertenecen esencialmente al universo de la vida cotidiana. Su virtud está en la leyenda de su origen, en la relación de simbiosis que mantienen con su poseedor y, a veces, en su carácter de bien heredado. En ellos se borran los estigmas de la producción industrial para transformarse en objetos biográficos que representan experiencias vividas y son capaces de transmitir contenidos, cualidades y actitudes entre generaciones.

       En ese entorno diario también se mueve la aguja: el objeto elegido por Silvina González Cúneo, Eugenia Di Giorgio y Patricia Millán para delinear su propio y particular nexo entre lo público y lo privado. Su trabajo revaloriza el fragmento, el detalle aislado y los elementos más sutiles de la trama, construyendo así un lenguaje que les permite expresarse en una variedad de tonos que van desde la ironía a la nostalgia y desde la reivindicación de su historia, que es la de las mujeres, hasta la subversión de los estereotipos femeninos más ofensivos con el ejercicio de la puntada.

        Silvina González Cúneo desafía las convenciones acerca de la afinidad de los materiales. Tal vez, porque los opuestos pueden acercarse o porque la forma suele engañarnos, une en volumen la lisura del terciopelo a la rispidez del alambre tejido y confunde los sentidos uniendo a un pañuelo de seda, la contundencia de los clavos de metal.

        Para Eugenia Di Giorgio, las imágenes y los retazos de sus ancestras son pequeños indicios materiales del devenir de esas vidas. Sobre ellos, realiza sus intervenciones con una minuciosidad y una precisión que, lejos de hablarnos de sumisión a las reglas del bordado y otras labores, iluminan con amoroso respeto, los posibles senderos a elegir.

        Patricia Millán trabaja con el tiempo. Se atreve a la espera y al resultado incierto del óxido, rescata textiles del riesgo del olvido con la habilidad y el cuidado de quien sabe encontrar tesoros. Las costuras que enlazan sus hallazgos del afecto, nos cuentan de luchas y de pérdidas y de infancias proyectadas al futuro.

        El trabajo de aguja, que a lo largo del tiempo se identificó socialmente como un oficio propio de las mujeres, una tarea manual que encauzaba pasivamente su creatividad es, en Puntada cotidiana, el medio para buscar un idioma propio y desdibujar las prácticas que limitan, minimizan y ocultan. Un señalamiento con hilo y aguja acerca de la materia que nos construye y de la fortaleza o la fragilidad de los vínculos que nos sustentan.

        Los objetos de uso diario, los materiales que portan historias, las huellas del tiempo y de las manos que los tocaron; todo aquello que resulta familiar y conocido, todo lo cotidiano, está unido apenas por puntadas.


Viviana Debicki




              Silvina González Cúneo 


 
              Eugenia Di Giorgio 



   Patricia Millán

  PUNTADA COTIDIANA
Inauguración 5 de mayo 19.30 hs.
Centro Cultural Tierra Violeta
Tacuarí 538 San Telmo
Hasta el 26 de mayo
info@tierra-violeta.com.ar
www.tierra-violeta.com.ar



sábado, 14 de octubre de 2017

 Violetas de octubre 
 Marta Billordo - Lidice Capeluto - Carina Juan - Carmen Noriega























El frío de invierno que propicia la floración de las violetas se aferra a los días para ofrecernos los últimos pimpollos en octubre. Entonces, elegimos un color: el violeta que identifica a las causas feministas, que pinta nuestras luchas de género y sale a la calle a pedir por igualdad, por justicia, por los derechos negados. Violeta como el nombre de la enorme cantautora que amamos, en el año de sus cien octubres, siempreviva, voz de arpillera bordada en lana. Violeta una vez más, para reunirnos en el arte, para construir sentidos, convidar ideales y ofrendar pasiones.

         Los temas que atraviesan el trabajo de las artistas de Violetas de octubre son tan vigentes como ancestrales, son las preguntas nuevas que todas las mujeres que las preceden se hicieron: sobre la identidad que rebosa los límites del cuerpo impuesto, sobre los vínculos de la piel y el poder intenso de los sentidos, sobre la fragilidad del nido más íntimo y la fuerza sagrada que lo sostiene.

        Marta Billordo borda los pies y las manos de sus personas queridas, retratados sobre papel con puntadas de hilo satinado. Y así como nos trae a los suyos, nos acerca sus nidos de vellón aceptados por los pájaros como propios. Su labor de tejedora se continúa en el afán de las aves que trenzan con los picos, con las patas, briznas de hierba entre las hebras.

        En sus fotografías iluminadas, Lidice Capeluto trae la presencia concurrente de muchas mujeres: la que posa para sus tomas, la que alguna vez portó las prendas de época que viste, la que mira desde el lente de la cámara. Todas las mujeres que sus imágenes encarnan, con luz de farol, como señales en la sombra.

        Los bastidores que enmarcan los bordados de Carina Juan, no son sólo aros que sostienen las telas tan cuidadosamente trabajadas. Hablan de su oficio diario y consecuente de descoser lo cosido y abordar con valentía las costuras de lo acostumbrado para dar puntadas nuevas. Con oficio y sensibilidad estética, Carina borda y desborda la vida.

        Carmen Noriega ofrece en sus piezas un mapa de los vínculos afectivos que no obvia los silencios, los temores y las ausencias. Sus mil formas de repararlos con hilo y aguja, la minuciosidad con que elige los materiales y la delicadeza con que los interviene, como quien acaricia, laten en sus amorosos capullos.

        Cada año, la vida aflora de un púrpura profundo, oscuro, va abriendo su corola violácea y se despereza en reflejos rosados, lilas, vibrantes.

Así construyen estas mujeres, en color violeta, desde el último peldaño del arco iris.

Viviana Debicki




















































Marta Billordo



Lídice Capeluto



Carina Juan



Carmen Noriega

Violetas de Octubre 
del 7 al 28 de octubre en 
Centro Cultural Tierra Violeta